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EL HENARES: EL NACIMIENTO DE "NUESTRO RÍO"

Ver el artículo publicado en "Guadalajara desde dentro...", página 10 de la revista "Por Cuenta Propia".
Azuqueca de Henares, marzo de 2007.

No hace mucho tuve el placer de asistir a una conferencia que Don Francisco García Marquina dio en el Centro de Profesores de Guadalajara acerca de lo que se viene denominando como “Paisaje Alcarreño”. Conocía a García Marquina por su excelente labor como biógrafo de Cela, pero su sencillez en el trato y su manera afable de comunicar acabó por cautivarme. En concreto su ponencia se centró en la Literatura de Viajes, en especial de viajes realizados por la Alcarria, y fue allí donde me reencontré con el Henares, protagonista como guardián y custodio de los límites occidentales de la meseta alcarreña. Con lecturas muy bien seleccionadas de su obra “Los Pasos del Henares”, García Marquina dibujó con pinceladas de corte expresionista las numerosas virtudes que uno encuentra al emprender un viaje en torno a un río. Los contrastes de luz, los sonidos del agua y la soledad del viajero son de por sí suficientes motivos para caer en una reflexión sobre uno mismo y emprender una “pequeña escapada”.
El río Henares nace en el término municipal de Horna, localidad situada a pocos kilómetros de Sigüenza, en las parameras de Sierra Ministra. Desde el mismo pueblo y tomando un apacible camino de tierra que enlaza con las huertas que rodean el mismo podemos ir a contemplar como nace “nuestro río”, río que vio crecer a nuestra capital y a numerosos pueblos que, orgullosos, lo llevan en su escudo y blasón.
García Marquina tuvo el privilegio de ver el nacimiento del Henares tal cual fue el capricho de la naturaleza al criarlo. Ahora, hoy por hoy, es indignante no poder ni tan siquiera contemplarlo. Sólo el pequeño mojón que indica el lugar del nacimiento con una fecha, 1877, y que es fácilmente distinguible en la foto de Marquina, es hoy visible. Una alambrada rodea el paraje para, imagino, proteger el nacimiento de la acción humana. Según nos aseguran los vecinos del pueblo, es la alcaldía de Sigüenza la actual responsable de ello y, mucho me temo, que con el “valor” que está tomando el agua dulce, un verdadero tesoro para el ser humano, la alambrada lejos de desaparecer posiblemente aumentará de altura.
Invito al lector con el presente a viajar a Horna a contemplar “nuestro río”, porque el Henares es el río de todos nosotros, de los que, sin pararnos a pensarlo, hemos crecido junto a él. Por favor, hagamos todo lo posible por conservarlo y cuidarlo como un hijo cuida de un padre ya anciano. Él lo ha hecho durante muchos años con nosotros y seguro que si se lo permitimos lo seguirá haciendo gustoso.

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